
Bihotz París, moda sostenible que da a
conocer la historia poética del euskera
Dos jóvenes vizcaínas residentes en París han apostado por crear un negocio eco-responsable cuya misión es dar a conocer el euskera a nivel internacional
Julia BILBAO y Claudia CIPITRIA
Aran González y Nora Vivanco, dos jóvenes bilbainas que residen actualmente en París, han fusionado la historia poética del euskera con el universo romántico y vintage de París para dar a conocer el idioma a través de la moda sostenible. Como resultado de esta idea, surge www.bihotzparis.com. Para el nombre de la marca se han inspirado en “Bihotz”, una de las palabras que analizan en las frases que estampan en sus prendas: “En euskera no decimos corazón, decimos bihotz, que viene de “bi” (dos) y “hots” (sonidos) refiriéndose a los latidos", explican.
El origen de esta marca hay que buscarlo en la melancolía. Aran y Nora vivían en París, se sentían lejos de su país y practicaban cada vez menos su lengua materna. Comprometidas a no olvidar sus raíces, a sus 25 años tomaron la decisión de crear un proyecto para difundir el euskera a través de la moda. Aran y Nora detallan lo que el euskera significa para ellas: “El euskera fue nuestra infancia, con él aprendimos a leer y escribir, y a expresar el amor hacia nuestros seres queridos”.
Todos sus proveedores garantizan buenas condiciones
de los trabajadores y el respeto del medioambiente.
“Para que la marca encajase con nuestros valores personales, su ADN tenía que ser eco-responsable”, recalcan las emprendedoras. Por ello, todos sus proveedores garantizan a través de las etiquetas GOTS, FAIR TRADE Y FAIR WEAR FOUNDATION buenas condiciones de los trabajadores y el respeto del medioambiente. Añaden también que la sostenibilidad de la marca es un factor importante debido a la crisis climática actual: “Es nuestra prioridad número uno buscar herramientas y alternativas para encontrar soluciones”.
Las emprendedoras observan que actualmente los jóvenes tienen más posibilidades de disfrutar, viajar y dedicarnos a hacer lo que nos gusta. Aunque esto se pueda percibir como algo negativo, es todo lo contrario. Ellas, con su proyecto, son un ejemplo de cómo enfocar su carrera hacia su pasión.
Añaden que para medir la riqueza de un país es imprescindible tener en cuenta el Índice de Desarrollo Humano (la educación de los ciudadanos y su salud). “Para que una sociedad se desarrolle, es fundamental que la gente sea curiosa y persiga sus sueños”, opinan.
